El primer año de un bebé está lleno de momentos que jamás se repiten. La primera vez que sonríen, cuando empiezan a gatear, esas carcajadas tan contagiosas… A medida que el tiempo pasa, estos recuerdos parecen desenfocarse un poco, pero tener una forma de revivirlos siempre es un regalo.
Cada mes trae algo nuevo, y es una maravilla poder mirar atrás y ver cómo han cambiado en tan poco tiempo. Es como ver una pequeña historia de amor crecer, capítulo a capítulo.