Una nueva sesión de fotos de comunión en Alcalá de Guadaíra. En esta ocasión la pequeña Paula, que vino acompañada de su hermana pequeña Nora, y es que estas dos pequeñas comenzaron un poco tímidas y cansadas y terminaron sonriendo y disfrutando del reportaje. Al principio Paula no sabía cómo actuar, pero tras unas fotos se soltó consiguiendo este recuerdo tan bonito para el día de su comunión.

Paula, para su sesión de fotos de comunión en Alcalá de Guadaíra, optó por desplazarse hasta el Parque Oromana, uno de los espacios más fotogénicos de la ciudad. Paula llegó acompañada de su hermana pequeña Nora y, obviamente de su familia.

En un primer momento, las hermanas se comportaron con cierto recelo, un tanto tímidas y cansadas, pero con el transcurrir de la sesión fueron recuperando la sonrisa para disfrutar ampliamente de este reportaje de fotos de comunión en Alcalá de Guadaíra.

Cuando ocurren estas situaciones, que los pequeños se ven intimidados por la cámara y no muestran ante el objetivo su verdadera personalidad, la tarea de un fotógrafo profesional es facilitar toda esa evolución. Normalmente es una cuestión de timidez que va reduciéndose conforme la sesión avanza. Por esta razón, estrechar el vínculo entre fotógrafo y fotografiada es clave para alcanzar esa sintonía necesaria que permita obtener buenas imágenes.

Paula y su hermana Nora, dos chicas muy fotogénicas

Tras estos primeros momentos en los que Paula no sabía muy bien cómo actuar, con los continuos disparos de la cámara, la pequeña fue cogiendo confianza hasta acabar disfrutando plenamente del reportaje.

Nora, su hermana pequeña, posó junto a ella en algunas de las fotografías. El lugar escogido para estas fotos de comunión en Alcalá de Guadaíra fue el Parque Oromana, un espacio ideal para este tipo de sesiones. La luz, los molinos harineros, la vegetación, el río… son todos elementos muy característicos y que forman parte de la vida de los habitantes de esta localidad.

Con el paso del tiempo, estas fotos de comunión, servirán a Paula para saber cómo era ella en el pasado, cómo era ella de joven. Ese primer rechazo o miedo a la cámara no será más que un recuerdo del proceso de adaptación para dar como resultado estas bonitas imágenes.

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