Y nos fuimos a hacer fotos de comunión en Sevilla!

Nerea, una niña bastante tímida que venía nerviosa a la sesión de fotos de su comunión. Al principio sólo me preguntaba qué hacía y terminó la vuelta en el parque María Luisa diciéndome que si me parecía bien que se pusiera de tal pose. Sus hermanos y su primo pequeño no quisieron quedarse atrás y acompañarla, para que Nerea se sintiera más cómoda.

Algo diferente estas comuniones, espero que os guste.

Nerea es una pequeña niña que llegó nerviosa para su sesión de fotos de comunión en Sevilla. En un primer momento solo tenía interés en preguntar sobre qué hacía para, con el paso del tiempo, ir cogiendo confianza.

La sesión de fotos de comunión en Sevilla tuvo como escenario un lugar de ensueño, el Parque de María Luisa, todo un pulmón verde de la ciudad. A la sesión llegó acompañada por sus hermanos y su primo pequeño. El resto de niños no quiso quedarse atrás y compartió protagonismo con Nerea. De este modo, la gran protagonista del día comenzó a sentirse más tranquila.

La luz del Parque María Luisa, escenario idóneo para una sesión de este tipo

En nuestro caso, acudir hasta el Parque María Luisa es un tanto original. Estas fotos de comunión en Sevilla se alejan un poco de lo que hacemos habitualmente, de ahí que agradezcamos enormemente a Nerea y su familia la oportunidad que nos han brindado.

El Parque de María Luisa es un espacio repleto de monumentos, tanto arquitectónicos como naturales, de modo que no fue difícil encontrar huecos donde Nerea, sus hermanos y su primo, disfrutaron posaron ante nuestros objetivos.

No faltaron en la sesión las muestras de cariño de sus familiares a Nerea. De este modo, la joven comenzó a sentirse mucho más cómoda ante la cámara y con el transcurrir de la sesión, las sensaciones fueron mucho más plenas.

La luz, la vegetación, la arquitectura propia andalusí de estos espacios y los colores claros escogidos tanto por Nerea como por sus familiares dieron como resultado esta magnífica sesión de fotos de comunión en Sevilla.

Con el paso del tiempo, Nerea recordará como una grata experiencia haberse puesto delante de nuestra cámara, como también nosotros la recordaremos a ella y nuestra visita al Parque de María Luisa.

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