La mamá de Blanca se acercó un día al estudio porque otra mamá del año pasado le había recomendado que viniera a vernos porque quedaron encantadas con nuestro trabajo. Paqui, quería algo pequeño e intimo, para tener un recuerdo del día en el que su hija hacía a comunión. Así que se decantó por un álbum con fotografías analógicas.

El día de la sesión de la pequeña, llegaron juntas, y tras cambiarse de ropa en el estudio comenzamos la sesión. Para la ocasión elegimos tres de los cuatro escenarios que tenemos para ofrecer a las mamis que demandas fotografías de comunión. Blanca nos lo puso super fácil, una niña un poco cortada pero que al nada de tiempo con nosotros comenzó a darnos lo mejor de ella. Ambas disfrutamos mucho de la sesión de fotos y pensamos que aunque fuera algo pequeñito, conseguimos sacar lo mejor de nuestra protagonista.

Blanca, una niña que nos enseñó que algunas personas son de goma

Hablamos mucho durante su sesión y me contó que competía en gimnasia acrobática y qué mejor manera de algo más personal para ella y algo que le guste sobre todas las cosas que juntar la fotografía con la gimnasia.

Aquí podéis ver el resultado de la sesión tan bonita que hicimos.