La primera vez que Ana entró en nuestro estudio fue para pedirme presupuesto para unas fotos para el bautizo para el pequeño de los dos hermanos, Eliot. En ese momento no era un niño tan pequeño, pues solo hace dos años de eso. Una vez hecho el bautizo dijimos que por qué no hacíamos algo de Navidad puesto que en ese momento tenía montada la campaña de ese año. Y a partir de ese momento, Ana quedó encantada y hemos seguido haciendo navidades y sesiones.

Esta al aire libre es una de ellas, Ana quería algo en exterior divertido con sus hijos y este fue el resultado. La sesión aunque constaba de una hora, no se hizo para nada larga puesto que intentamos que más que una sesión de fotos fuera un juego para los dos pequeños. Hicimos carreras, saltamos, jugamos a ver quién veía más animales, …

Así todo fue mucho más fácil y más ameno para todos, y en mayor medida para los dos hombrecitos de Ana. Oliver siempre se muestra algo más serio aunque cuando empieza a reír, no para; mientras que Eliot es puro nervio y no para de querer hacerlo él todo. La mezcla de los dos, que son tan distintos por fuera y por dentro hace que las fotografías tengan una magia y una compenetración especial.

Oliver y Eliot, modelados por supuesto junto a su madre

A Ana le costaba un poco más eso de ponerse delante de la cámara, pero creo que estaréis de acuerdo conmigo en que el por qué es una duda. Su naturalidad y espontaneidad con sus pequeños hacen que todo fluya como el agua de un río; y que el resultado de la sesión de las fotos con ella sea, uno de mis favoritos.

Siempre es un placer trabajar con ellos, ya sea en interior como en exterior. Son una familia preciosa y eso siempre es bonito de congelar en fotografías.

¡Espero que estas fotos en el parque Oromana os gusten tanto como a mí!