Adrián llegó desde Málaga para realizar su reportaje de fotografías de comunión. El joven hombrecito, obviamente, no vino solo, sino que estaba acompañado por su familia, entre la que se encontraba su hermana pequeña, Natalia.

La madre de Adrián no quería fotografías de comunión en el exterior, de modo que el total de la sesión tuvo lugar en el estudio. Con el fin de darle más variedad a la sesión, cambiamos de escenarios, así el reportaje de fotografías es más completo.

Adrián, con un look muy de comunión, se mostró en todo momento paciente, cómplice y muy seguro de sí mismo, algo que es de agradecer. No siempre son fáciles las fotos con niños, aunque por lo general debemos decir que atienden a todos los consejos de manera rápida.

Reconvertir el estudio

Las fotos en estudio tienen la complejidad de conseguir una buena luz a través de los focos y el dominio de las sombras. De algún modo, son más controlables que las fotos en el exterior porque es el equipo el que controla la luz y no los agentes meteorológicos, pero no siempre el resultado es tan “natural” como el de las fotos en exteriores.

En esta ocasión, la realidad es que el resultado es satisfactorio para todos. Adrián y su familia quedaron encantados con sus fotografías de comunión mientras que desde nuestro equipo ocurrió lo mismo con la actitud de esta familia llegada desde Málaga.

En esta sesión no solo destacamos la presencia de Adrián frente a la cámara, sino también la de Natalia, una pequeña que demostró el amor que siente hacia su hermano mayor acompañándolo durante la sesión.

Para hacer más divertido y ameno el tiempo que pasamos en el estudio, no paramos de jugar y reírnos, poniendo prácticamente todo perdido de agua y pompas de jabón.

Espero que os gusten estas fotografías de comunión.

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