SESION DE EMBARAZO: LA ESPERA DE LEIRE

Un día, una amiga me contrató una sesión de embarazo para regalársela a una amiga que esperaba su primera hija, y sin pensarlo dos veces le preparamos un vale para darle la sorpresa. Quería que disfrutara de una bonita experiencia y tuviera para siempre un recuerdo bonito de su primer embarazo.

Marta llegó un dia al estudio (un poco engañada, todo hay que decirlo) y me dijo que ella no estaba muy convencida ya que la idea de la sesión era cosa de su amiga. Me explicó que ella no se veía haciéndose fotos, y tras una charla en la que le dije que no se preocupara, quedamos en que entre las dos concretaríamos el vestuario de la sesión y lo tendríamos todo preparado para que fuera todo lo más ameno posible.

El día de la sesión, Marta llegó acompañada al estudio por su marido y por sus amigas, dispuesta a pasar el rato como buenamente pudiera. ¿Qué pasó? Que en la segunda foto ya si se veía ella haciendo aquello y quería más y más.

Leire, una pequeña que nació en cuarentena

Tras unos 45 minutos de sesión y fotos sola y acompañada de su marido, Marta ya pensaba de otra manera del regalo que le habían hecho. Se fue del estudio súper contenta y deseando ver el resultado de su sesión fotográfica de premamá.

Creo que vuestra opinión va a ser la misma que la mía y la misma que la de nuestra futura mamá, ¡en las fotografías salen increíbles! Y no han podido acertar más en ceder a ese precioso regalo.

¡Creo que hay que seguir regalando momentos congelados en fotografías! Os dejo con Marta y Borja, espero que disfrutéis tanto como nosotros.