Rocío no era la primera vez que venía, ya nos visitó en Navidades con su pequeño Manuel, su papá y la pequeña Olivia en la barriga, y ahora en esta ocasión era el turno de conocer a nuestro bollito. Teníamos muy claro que nos iba a enamorar como ya lo hizo su hermano, y así fue. Olivia una gordita preciosa con el ceño fruncido ha llegado para enamorarnos de nuevo.

Nuestro pequeño llegó hasta el estudio con muy poquitos días de vida y nos permitió hacer una sesión preciosa portándose tan bien que este es el resultado. Sus papás alucinaron con la paciencia que hay que tener en este tipo de sesiones y nos lo agradecieron un millón de veces. Y es verdad que siempre trabajamos por y para que la seguridad de nuestros pequeños sea lo que prime en todos los reportajes.

Rocío tenía muy claro que quería que fuéramos nosotros los que inmortalizáramos este momento de su pequeña y nosotros encantados porque son una familia de 10.

Mi bollito con el ceño fruncido, Olivia

No es fácil realizar una sesión de fotografía con bebés de tan pocos días, pero todo se vuelve más sencillo una buena dosis de amor/cariño y paciencia, así todo fluye más y nuestros mini modelos lo dan todo frente al objetivo.

Nuestro bomboncito nos dio fotografías preciosas sola o acompañada, ya fuera por sus papás o por su hermano mayor Manuel, el cuál no hizo falta más que decirle: «gordi, ponte ahí con la hermana» haciéndose protagonista junto a su hermana. Además no dudó ni un momento en ayudarnos en todo lo que le decíamos, así es nuestro pequeño hombrecito. Con familias tan bonitas como ellos es todo mucho más sencillo.

Os dejamos que os enamoréis de ellos como nosotros lo estamos. Olivia y su familia.