Estamos encantados de que a Aps no paren de venir bebés tan preciosos como nuestra pequeña Lola, y es que sus papis vinieron cuando les faltaba un par de meses para conocer a su princesa e informarse de las sesiones de recién nacido.

Habría que decir que su mami estaba deseando hacerle una sesión, pero que su papá no estaba muy convencido de ello porque temía por la seguridad de su pequeña (os hacemos un pequeño spoiler, se fue encantado y con otro concepto totalmente distinto al que vino).

Nuestra familia llegó al estudio con muchas ganas y eso se puede apreciar en las fotografías tan bonitas que nos eligieron. También cabe destacar que nuestra bebé aunque con paciencia y cariño, fue toda una modelo y se portó genial, pasando de un set a otro y disfrutando de su sesión.

Lola no llegaba a dos semanas de vida y cómo podéis ver en las fotos se pasó toda su sesión dormida. Aprovechamos para hacer algunas instantáneas en el puf en tonos neutros, en el corazón amarillo como el color preferido de su mamá y en el cajón rosa; pues Lola nos dijo que no tenía preferencia en colores, solo que fueran pasteles. En algún set precisamos un poco de supervisión y ayuda del papá que no dudó en ningún momento en ayudarnos.

Lola, una bebé que nos dio mil y una fotografías preciosas

En esta sesión, sus mamis también posaron junto a Lola. Y nos regalaron muchos momentos de complicidad y tan dulces como los que podéis ver a continuación.

Sin más, aquí tenéis a Lola y a sus papis. Disfrutadla tanto como nosotros.